lunes, 25 de agosto de 2014

PRIMERA POSTAL DE LONDRES

VERSIÓN EN CATALÁN

Trazamos los vectores de un deseo caótico que nos lleva de un lado a otro de la ciudad. Nos desborda la sensación de conocerla bien, de saber exactamente qué esquina debemos girar para encontrarnos de cara con nosotros mismos hace cinco, diez, quince años. Jugamos a crear paradojas temporales, a cruzarnos con nuestros yoes pasados y futuros con la sana intención de provocar un colapso en el tejido del universo. Y que todo vuelva a comenzar. 

Que subamos de nuevo a ese avión, que volvamos a reconstruir la ciudad que se refleja en todos nuestros espejos. Que sea la primera vez que perseguimos ardillas drogadictas en Hyde Park, que sea la primera vez que nos acercamos a insultar a la estatua del maldito Peter Pan, que sea la primera vez que nos hacemos fotos en todas las estatuas de la Reina Victoria que nos encontramos. Que sea la primera vez que conozco al artista ruso y guapo que guardaba sus dibujos en una nevera en el mercado de Camden. Te tengo que explicar con calma lo de Peter Pan. Y lo de la Reina Victoria. Te tengo que explicar por qué no soporto Camden.

O podemos simplemente pasear con calma por el parque más cercano y buscar un sol medio fugitivo que nos transformará en flores gigantescas cuando aparezca. Flores humanas alzando un poco la barbilla, los ojos entornados y la sonrisa pequeña, tímida, de quien ha pasado demasiado tiempo deambulando entre la niebla. ¿Te has fijado? Cuando sale el sol en Londres todo el mundo camina un poco más lento y mira al cielo transformado en girasol.

1 comentario:

  1. Precioso el relato. Cuando vuelvas en las próximas vacaciones sera como la primera vez porque tú sabes ponerle tu magia

    ResponderEliminar