lunes, 28 de julio de 2014

EL PUENTE SOBRE EL RÍO ADIGE

VERSIÓ EN CATALÀ

Abandono la soledad de los cementerios victorianos, la hora del té, la lluvia que molesta con delicadeza y todos los verdes que provoca. Dejo atrás la voz de Neil, los anticuarios, los parques, el agradecimiento que sentimos cada día que sale el sol porque sale poco. Y llego a Italia. 

Por el Reino Unido me gusta viajar sola porque muy poca gente entiende exactamente qué voy buscando. En Italia me acompaña, según la época, la familia, las amistades, las amistades de las amistades ... La certeza inapelable de la puerta siempre abierta, el café siempre a punto. 

Llegar a Verona es como llegar a casa. Las mismas calles de siempre, la misma manera de perderme, de buscar el río, los puentes, nuestro café Coloniale donde descansar y ponernos al día, las librerías, la puerta del supermercado donde si esperas el tiempo suficiente pasan cosas bonitas. 

Lo más bonito de Verona es el río Adige. El paisaje acuático, el Ponte di Pietra, Castelvecchio. Enrico, uno de los profes de la escuela donde vinimos a hacer un curso de italiano hace tres años, nos cuenta historias de la Segunda Guerra Mundial: cómo los alemanes, sabiéndose ya perdedores, ordenaron destruir todos los puentes de la ciudad, cómo intentaron salvar el Ponte di Pietra que era el más antiguo y cómo saltó por los aires el 25 de abril de 1945. Nos explica cómo pudieron reconstruirlo terminada la guerra de manera que parece tan antiguo como era antes de destruirlo. Y de cómo el Ponte Vecchio de Florencia se salvó. 

El río da a la ciudad la vida y la muerte. Hablamos de las inundaciones del siglo XIX, de los héroes, de los molinos de harina que ocupaban la orilla, de la costumbre veronesa de comer un helado sentado junto al río. 

Y alrededor del río las plazas, la Piazza Bra, la Piazza Erbe ... En mi memoria la Piazza Erbe siempre permanecerá como la primera vez que la vi decorada de Navidad, las luces, los dulces, la escarcha ... 

Huid de la Casa de Julieta y de la macabra decadencia de ponerle un candado al amor. La estatua de Julieta es bonita y dulce pero nadie la mira realmente. Tropas de turistas zombificados entran sin mirar al patio de la casa, con una sonrisa ridícula y casi obscena. Todo el mundo se hace fotos con la estatua de Julieta, todo el mundo ensucia las paredes con frases ridículas, todo el mundo deja un candado, un símbolo de la esclavitud, como promesa amorosa de eternidad. Pero la eternidad es mentira y menos si hay un candado por medio. 

Si Shakespeare levantara la cabeza y viera a qué ha quedado reducida su poco original obra, iría a ahogar las penas a orillas del río Adige, sin duda el paisaje más bonito de Verona.

Río Adige. Castelvecchio. Verona

domingo, 13 de julio de 2014

LA TRISTEZA DE LA MUÑECA ZAPATO


Los niños no siempre han sido niños. Y por desgracia todavía no lo son en muchos lugares del mundo. A menudo la infancia es un lugar brillante y tenebroso a la vez, los objetos hablan, los monstruos nos vigilan, los bosques aparecen llenos de amenazas y de promesas ante nosotros, los adultos han olvidado su propia infancia, en el mejor de los casos, y no nos pueden ayudar. También hay pequeños momentos de triunfo, risas y días larguísimos al sol. Pero la lucha contra la oscuridad es esencialmente infantil. 

El Museo de la Infancia de Edimburgo se puede visitar en la Royal Mile. La sorpresa y la inquietud nos acompañarán durante toda la visita a lo largo de las cinco plantas donde se alinean todo tipo de utensilios infantiles y juguetes. Desde material escolar de finales del siglo XIX hasta cientos de muñecas de todo tipo y época, juguetes musicales, visuales, bicicletas, vehículos en miniatura, recortables, juegos de mesa ... 

Aparte de la extraordinaria colección de juguetes que desde 1955 se exponen al público, el museo también recuerda cómo era la vida de los niños del siglo XIX y principios del XX. 

Los que pertenecían a familias acomodadas eran preparados para la vida adulta. Los que pertenecían a las clases pobres trabajaban en la mina o sobrevivían en la calle. 

De todos los paneles explicativos y objetos que podemos ver en el museo me ha impactado de manera especial el apartado dedicado al trabajo infantil en el XIX y principios del XX: un par de zapatos infantiles, un gorro con linterna y una muñeca de aspecto profundamente triste. Una muñeca hecha con un zapato que pertenecía a un niño pobre de los suburbios de Londres de 1905. Una muñeca sin rostro, un zapato vestido con trapos con la que aquel niño trataría de luchar contra la oscuridad de su vida infantil. 

Muñeca-zapato (1905) Museum of Childhood. Edinburgh. Scotland.

Debajo de esta muñeca-zapato tan triste se expone un ejemplar de The Water-Babies que Charles Kingsley publicó en 1863, dos años antes de publicarse Alice in Wonderland y que reseñé en su momento en este enlace. Bello cuento de hadas donde se describe el trato que recibían los niños que limpiaban chimeneas en aquella Inglaterra que despertaba a la industrialización mientras las hadas terribles de los cuentos infantiles intentaban sin éxito salvar su inocencia.

viernes, 11 de julio de 2014

ESCRITORES EN EDIMBURGO Y LA TUMBA DE CLARINDA

VERSIÓ EN CATALÀ

El Museo de los Escritores de Edimburgo es un lugar pequeño y encantador, un poco escondido en la ciudad vieja. La entrada es gratuita, como todos los museos de gestión pública, y es como subir a un faro por una escalera de caracol estrecha y empinada. Está dedicado a tres de los escritores escoceses más emblemáticos: Robert Burns, Robert Louis Stevenson y Sir Walter Scott.



Nada más entrar encontramos la sala dedicada a Scott (1871-32). Manuscritos, su bastón, un mechón de sus cabellos! Scott fue un gran exponente del romanticismo inglés y además fue el encargado de organizar la histórica visita del Rey George IV a Escocia en la que se levantó la prohibición de utilizar el traje típico escocés. Con el primer dinero que ganó gracias a sus escritos se pagó clases de italiano para poder leer en lengua original sus poetas favoritos. 

En la primera planta se encuentra la exposición dedicada a la vida y obra de Robert Burns (1759-1796) el poeta nacional escocés. Los escoceses todavía celebran la Noche de Burns, el día de su nacimiento, el 25 de enero, en Escocia y en cualquier lugar donde haya escoceses. Es una cena con un ritual muy concreto que incluye platos tradicionales, brindis, lectura de poemas, baile, juramentos de lealtad a la Corona y exaltación emocionada de los valores escoceses. 

El sótano está dedicado al R.L. Stevenson (1850-1894), mi favorito, creador de La isla del tesoro y del Doctor Jekyll y Mister Hyde. Él sólo quería dedicarse a escribir y viajar. Y así lo hizo. También me gusta mucho su historia de amor con Fanny Osbourne. Tuvo una vida intensa, aventurera y apasionante que le llevó a viajar por Europa, Estados Unidos y las islas del Pacífico Sur donde los nativos le dieron el nombre de Tusitala, el que cuenta historias. Su salud siempre fue muy delicada y murió en Samoa a los 44 años. En el museo se pueden ver muchas fotografías suyas y objetos personales como un anillo hecho con caparazón de tortuga con el nombre de Tusitala en plata. 

Aparte del Museo de los Escritores, Edimburgo está llena de referencias literarias. Muy cerca de Calton Hill hay una pequeña plaza que se llama Picardy Place y que casi pasa desapercibida. Aquí nació Arthur Conan Doyle y actualmente hay una estatua de Sherlock Holmes y un pub típicamente británico que toma su nombre.



En la ciudad vieja hay un par de bares que se disputan el honor de ser el lugar donde JK Rowling comenzó a escribir Harry Potter.


Cerca de la residencia oficial de la Reina, el palacio de Holyrood, hay una iglesia muy pequeña y muy bonita., la iglesia de Canongate. Por dentro está pintada de blanco y azul celeste y los primeros bancos están reservados para la familia real. No tiene vidrieras ni apenas imágenes y en la puerta hay unas señoras encantadoras que te cuentan todo lo que quieras saber. La iglesia es del siglo XVII y al lado hay un cementerio donde está enterrada Clarinda. Su nombre real era Agnes MacLehose y fue amiga y musa del poeta Robert Burns de quien hablábamos antes. En realidad parece que nunca llegaron a ser amantes, pero sí que tuvieron siempre una conexión bastante especial, que intercambiaron muchas cartas y que Burns le escribió bellos poemas de amor. La tumba de Clarinda no dice nada. Sólo su nombre, su imagen grabada en la piedra y un rosal en flor a sus pies. 



Supe quién era aquella mujer misteriosa cinco minutos después de salir del cementerio porque al lado hay un salón de té precioso que se llama Clarinda's Tea Room que tiene un aire victoriano muy particular. En la carta donde puedes elegir los tés y los pasteles de la merienda se cuenta la historia de Clarinda. Y se pueden comer algunos de los pasteles más buenos de Edimburgo.


martes, 8 de julio de 2014

NEIL GAIMAN EXPLICA CUENTOS EN LONDRES Y EDIMBURGO

VERSIÓ EN CATALÀ

5 de julio. Barbican Centre. Londres. Hoy Neil Gaiman nos explicará un cuento oscuro y terrible de origen escocés: The Truth is a Cave in the Black Mountains. 2000 personas esperan impacientes que aparezca en el escenario pero antes los australianos Fourplay String Quartet, que acompañan la lectura con su música, nos tocan unos temas. Tres violines y un cello que hacen auténticas maravillas. El espectáculo comienza con el tema principal de Doctor Who que despierta las ovaciones del público. Toda una declaración de principios! 

Por fin aparece Neil, de negro como siempre. Elegante, simpático, hipnótico, con esa manera tan especial que tiene de contar las cosas. Antes de The Truth ... nos lee un par de cuentos: el magnífico Orange y una de las historias que surgieron de un experimento que hizo hace un par de años en Twitter. El experimento consistía en hacer preguntas originales relacionadas con los meses del año para que los seguidores respondieran lo que quisieran. A partir de las respuestas escribió 12 cuentos, uno por cada mes, Caledar Tales. Leyó la correspondiente al mes de abril. Las sonrisas del público se podían notar en la oscuridad.

Neil Gaiman en el Barbican de Londres


Y cantó! Cantó la divertida Psycho que posiblemente recordaréis por el video donde se le ve a él cantando mientras su mujer Amanda Palmer toca el ukelele. 

Y por fin llegó el momento de la lectura de The Truth is a Cave in the Black Mountains. Explicó que en principio había sido un encargo de la Opera House de Sydney y que él propuso a Eddie Campbell para dibujar las magníficas ilustraciones y Fourplay String Quartet para componer la música que debía acompañarlo en la gira de el espectáculo. Y así, durante un par de horas, Neil Gaiman nos cuenta, con ese poder de comunicación sobrenatural que los dioses le han dado, la oscura historia del hombre que va en busca de una cueva misteriosa en una isla de niebla. La historia tiene un trasfondo escocés y decidió escribirla en la isla de Skye por la que siente una especial devoción. La música que acompaña sus palabras evoca con fidelidad los paisajes, las acciones, los pensamientos de los personajes ... Y mientras tanto se pueden ver proyectadas en una gran pantalla las ilustraciones de Eddie Campbell. De hecho, cuando terminó la lectura pudimos disfrutar de la presencia en el escenario de Campbell y de su hija Hayley que acaba de publicar un libro magnífico sobre la obra de Neil Gaiman. Un tesoro documental. 

Y, ¿dónde mejor para terminar la gira de un cuento escocés que en Edimburgo? Al día siguiente se repetía el espectáculo al Usher Hall de la capital escocesa así que sin pensarlo dos veces cogí un tren para cruzar el país y disfrutar de una nueva noche de cuentos desde una privilegiada segunda fila. 

La estructura del espectáculo fue muy similar: de nuevo los geniales australianos empezando con música de Doctor Who, de nuevo un público entusiasta (más entusiasta que los de Londres, diría yo!) Y de nuevo Neil en el escenario. Comenzó diciendo que la noche anterior había actuado en el Barbican. Y que el Barbican es feo, que parece un aeropuerto o un centro comercial. En cambio actuar en el Usher Hall es muy especial para él porque es un teatro muy bonito que está celebrando su centenario. 

Esta vez los cuentos elegidos para hacer de prólogo del plato fuerte fueron el precioso October Tale y The man who forgot Ray Bradbury leído en un estado de gracia especialmente inspirado que nos quitó la respiración en varias ocasiones. 

También en Edimburgo pudimos disfrutar de su voz cantando. En esta ocasión una canción de amor tecnológico, I google you y de nuevo Psycho que cerró el espectáculo de manera divertida y muy especial después de terminar la lectura de The Truth is a Cave in Black Mountains

Nos faltó Eddie Campbell la segunda noche pero sí salió al escenario Hayley quien, medio indignada medio divertida, le preguntó a Neil cuantos Campbell habían muerto en el making-off del libro. "Sólo 12" contestó Neil. 

Neil Gaiman y Hayley Campbell en el Usher Hall de Edimburgo


Una historia fantástica llena de magia, niebla, misterio, amor, venganza, terror... un viaje oscuro en pos de un tesoro maldito que acaba de ser bellamente publicada por Headline en su versión en inglés y que recomiendo fervorosamente. También en audiolibro por si queremos recrear la extraordinaria capacidad de Neil Gaiman para contar historias no sólo con su pluma sino también con su voz. Próximamente la reseña sobre el libro!

Neil Gaiman con el FourPlay String Quartet en el Usher Hall de Edimburgo

sábado, 5 de julio de 2014

EL ÁNGEL DE ISLINGTON Y ALICIA


Casi nadie va al barrio de Islington cuando viaja a Londres. Y a Islington hay que ir. Hoy he bajado en la estación de metro de Angel siguiendo la ruta del libro de Neil Gaiman Neverwhere

En Neverwhere, Islington es un ángel de verdad que vive en las alcantarillas del Londres de Abajo y que tiene como misión proteger la ciudad, la de Abajo. Cuando en 1996 se hizo la serie para la BBC, Peter Capaldi (que en la actualidad es la duodécima encarnación del Doctor Who) hizo de ángel Islington. En 2013 se emitió la versión dramatizada por la radio y el encargado de ponerle voz a Islington fue nada menos que Benedict Cumberbatch. 

Neverwhere, Gaiman, Capaldi, Cumberbatch... ¿Alguien dudaba de que la visita al barrio era obligatoria para los mitómanos? 

Aparte de la vinculación literaria Islington tiene un encanto especial. Hay pocos turistas y es el pre-Camden con todo el encanto que Camden hace tiempo que ha perdido. Bonitas casas georgianas alineadas junto a los típicos pubs ingleses contruidos entre el XVI y el XVIII, mercados de antigüedades, restaurantes de moda, tiendas con encanto... 

En uno de estos mercados de antigüedades he encontrado hoy un tesoro escondido entre otras cosas anodinas, como suelen encontrarse los tesoros. Se trata de una edición de Alice's Adventures in Wonderland publicada en Londres en 1899. El libro tiene 42 ilustraciones originales y clásicas de John Tenniel y en aquella época costaba media corona. Media corona era la octava parte de una libra y se quitaron de la circulación en 1970. A mí me ha costado 10 libras. 

El libro está dedicado a Wessie por sus padres el día 4 de enero de 1901. Pocos días antes de la muerte de la Reina Victoria que tenía especial predilección por este libro y por su autor. 

Además de todo esto coincide que tal día como hoy 4 de julio de 1862 fue cuando Lewis Carroll empezó a contar la historia de Alicia a las hermanas Liddell. Y tres años después, el 26 de noviembre de 1865 el libro fue publicado por primera vez. 

Me conmueve especialmente imaginar a la pequeña Wessie recibiendo este regalo de sus padres. ¿Cuántos años tendría? ¿Donde viviría? ¿Qué clase de vida tuvo? ¿Le gustaría leer este libro que con tanta emoción ha ido a parar a mis manos? 

Hoy ha hecho sol y calor todo el día. La gente en la calle cerraba los ojos y miraba hacia el cielo con una media sonrisa de verano. Todo el mundo parecía tan contento...


viernes, 4 de julio de 2014

DE BUCKINGHAM PALACE A CHINATOWN


Sorprendente día de sol y calor en Londres. El cielo azul, azulísimo, la ciudad abierta a todas las posibilidades. Lo primero que hay que hacer es ir a saludar a la Reina. A la Reina Victoria, se entiende. 2300 toneladas de mármol blanco rodeada de ángeles. Me la puedo imaginar leyendo uno de sus libros favoritos, Alice in Wonderland, mientras decidía vestir siempre de negro y no volver a bailar ni reír. 

En San James s Park me persiguen pelícanos, ardillas, patos, urracas ... campos de margaritas junto al río, pájaros volando entre las ramas de un sauce, la hierba húmeda y verde, el silencio en medio de la ciudad, la calma y el aroma que precede a las apariciones de seres mágicos en los cuentos de hadas. 

El objetivo es visitar a la dama de Shalott en la Tate Britain. Siempre que vengo a Londres intento ir a verla. Pasar por delante de la bellísima abadía de Westminster que empezó a construirse en el siglo XI y se terminó de reformar en el XIX. Llena de tumbas de reyes y de reinas pero también de poetas, músicos y artistas en general. Charles Dickens está enterrado aquí, en la Esquina de los Poetas donde también hay una placa para recordar a Shakespeare y a Oscar Wilde. 

Al llegar a la Tate descubro apenada que han cambiado de lugar The Lady of Shalott, que ya no tiene pared propia sino que se encuentra rodeada de otras pinturas, cuesta de encontrar y la luz no facilita poder contemplarla con detalle. La pintó Waterhouse en 1888 y es de una belleza hipnótica. Elena, la Dama de Shalott, víctima de una maldición que la mantenía encerrada en una torre, obligada a mirar el mundo a través de un espejo y pasar el día cosiendo se enamora de Lancelot y cae en desgracia. 

La vuelta al mundo real consiste en pasear por Charing Cross de librería en librería buscando el libro de Neil Gaiman The truth is a cave in the black mountains ilustrado por Eddie Campbell y sobre el que se basa el espectáculo que iré a ver el sábado próximo al Barbican Theatre. Lo termino comprando en Forbidden Planet, maravilloso templo de los culturalmente dispersos, entre figuritas del Doctor Who y cómics de Marvel. 

Covent Garden me gusta más al atardecer, cuando cierran los puestos de los mercados que tan poco tienen ya que ver con My Fair Lady y llegan los músicos callejeros que siempre me sorprenden. Pero es la hora de comer y aprovecho para descansar antes de la hora del té. 

La hora del té, señoras y señores, es la mejor del día. Sobre todo si incluye pasteles y la compañía de Anna, a quien hace dos años y medio que no veo desde que se fue a vivir a Suiza. Encontrarnos por casualidad en Londres, tomar el té, comer pasteles, charlar durante horas sin parar, pasear por el Soho hasta que se nos hace de noche. Abrazos y promesas de reencuentro. Londres es mágico en días así. 

Hace calor. El Soho hierve de gente que come y bebe en las puertas de los locales, los colores de Chinatown, las luces de los teatros ... 

Llegar a la residencia universitaria donde me alojo y desear que la noche de hoy sea más tranquila que la de ayer. Casi a las 2 de la madrugada saltaron las alarmas de incendio y nos desalojaron a todos, en pijama y en la calle. Asustados y medio dormidos por fin pudimos volver a nuestras camas. 

Soñé con el 221b de Baker Street. Teníamos un caso por resolver y una tetera a punto de ebullición ...

jueves, 3 de julio de 2014

PERSIGUIENDO A NEIL GAIMAN: BARCELONA-MADRID-LONDRES-EDIMBURGO


El pasado mes de enero supe que Neil Gaiman visitaría Londres y Edimburgo en el mes de julio para ofrecer un espectáculo basado en su libro The truth is a cave in the black mountains. Después de haber seguido desde casa su gira americana pensé que tanto Londres como Edimburgo están suficientemente cerca de Barcelona como para hacer el viaje e ir a verlo. 

Unas semanas después de planificar el viaje a Reino Unido supimos que vendría a Barcelona y a Madrid después de más de 10 años. Os podéis imaginar la alegría y los nervios intentando conseguir entradas para escuchar sus charlas! En poco más de 10 minutos se vendieron todas las entradas para asistir a la velada que ofrecía el CCCB de Barcelona. Y las de Madrid no duraron ni cinco minutos. Yo creo que Anansi en persona me echó una mano y conseguí comprar la entrada para Barcelona. 

29 de mayo. Muchas horas de cola para poder estar en primera fila, la emoción de verlo aparecer, real, con su omnipresente ropa negra, sonrisa amable, palabras claras, pausadas ... La velada transcurrió de la mano de Patricia Escalona, editora de Roca Editorial, que preguntaba y dejaba que Neil lo explicara todo: cómo había empezado a escribir El océano al final del camino con la idea de que fuera un cuento para regalarle a Amanda Palmer, su maravillosa mujer, porque estaba grabando un disco en Australia y la echaba de menos; como el cuento sin querer terminó convirtiéndose en una novela; como la mayoría de cuentos infantiles maltratan a los padres y de qué manera sintió la necesidad de escribir Fortunately the milk donde el padre se convierte en el héroe indiscutible; su paso por el campo de refugiados de Azraq, en Jordania, como colaborador de ACNUR, el dramático testimonio que da fe de la fragilidad de nuestra civilización. Al final de la charla la cola larguísima de toda la gente que quería que le firmara los libros. Y esa sensación que transmite de tratar a cada persona como si fuera única a pesar del más que inevitable cansancio. 

Al día siguiente tuve la oportunidad de asistir a la rueda de prensa que ofreció en la Librería Gigamesh de Barcelona: la presión de volver a escribir Sandman 25 años después sabiendo que ahora están todos los millones de ojos que no hay había cuando comenzaba a escribir; la suerte de haber podido escribir un par de guiones de la mítica serie Doctor Who; el proceso de adaptación a televisión de American Gods; la necesidad de la fantasía, la imaginación, los sueños ... Tener la certeza de que si el joven periodista Gaiman le pudiera preguntar al escritor en que se ha convertido si ha valido la pena todo el esfuerzo, la respuesta sería sí , sin duda. 

Y volando hacia Madrid para poder verle de nuevo en la Feria del Libro! Las horas de cola y el cansancio valieron la pena cuando me reconoció y se levantó para darme un abrazo que no olvidaré nunca. Fue amabilísimo con toda la gente que esperaba para verlo y cuando ya le tocaba irse y aún quedaban más de 200 personas en la cola se levantó y sin dudarlo comenzó a firmar a diestro y siniestro a lo largo de la cola para que nadie se fuera sin libro. 

Neil es el hombre que nos habla y nos recuerda quienes somos cuando lo habíamos olvidado. Nos hace evidentes los bosques y el miedo que tenemos de atravesarlos. Y después de estar con él quizá seguimos teniendo miedo pero los atravesamos. Porque nos ha recordado quienes somos y lo que debemos hacer. Como Tristan persiguiendo una estrella fugaz en Stardust

Y ahora estoy en Londres, esta ciudad que no me canso nunca de visitar y descubrir. Cojo el metro sabiendo que hay un Londres de Abajo, el Londres inquietante y mágico y terrible que describió Gaiman a Neverwhere. Atravieso Marble Arch sintiendo al Marqués de Carabás, Lady Door, Serpentine ... la oscuridad y la luz. 

La próxima cita con Neil Gaiman será el 5 de julio en el Barbican Center de Londres y el día 6 de julio en el Usher Hall de Edimburgo. Allí estaremos! Quedan dos días. 
Qué Londres elegiremos para esperar? El de Abajo o el de Arriba? 

Como dice Gaiman siempre que firma Neverwhere: Mind the gap!