martes, 28 de enero de 2014

NO ME GUSTA STEPHEN HAWKING


No me caes bien, Stephen. Quizás en el pasado me gustaste con todas aquellas cosas sobre el tiempo y el espacio. Reconozco que en algún momento fui hacia ti con la esperanza de ver resueltos algunos de mis problemas espacio-temporales. No conozco demasiado físicos, ni en persona ni de ninguna manera. Pero tú, Stephen... todos sabemos quién eres. Y yo tengo muchos problemas con el tiempo y el espacio y me mareo pensando en el universo y siento un vértigo y un escalofrío cuando leo, sin entender muy bien, noticias que hablan de estrellas, cometas, planetas, fronteras cósmicas, amor sideral.

Hay ciertos temas que la poesía no me puede resolver, Stephen. Muchas cosas sí. Pero el vértigo de descubrir un planeta nuevo... eso no. Y el tiempo curvándose peligrosamente, la curvatura del tiempo. ¿Tienes idea de lo que significa para mí la curvatura del tiempo? Para ti no será gran cosa porque entiendes todas las fórmulas que explican la curvatura en las revistas científicas. Pero para mí significa que de repente vamos por una carretera, la monotonía de los árboles, el asfalto, poca luz, siempre es de noche en este tipo de carreteras, no se pueden distinguir los monstruos y fantasmas de los árboles inofensivos, y la carretera continúa, línea recta, apenas iluminada por las luces de un coche que seguramente conduces a demasiada velocidad porque necesitas salir pronto de la monotonía del asfalto.

Y de repente hay una curva. Una maldita curva donde sería fácil estrellarse, apenas perder un poco el control, tal vez a propósito, con aquella ligera tendencia a la autodestrucción que te persigue desde la adolescencia. Estrellarse en una curva de carretera nocturna. Pero no. Porque es el tiempo y es el espacio jugando con las leyes de la física y haciendo malabarismos con la geometría, con la gravedad... cosas así. No lo sé explicar y seguramente me estoy imaginando cosas que ni siquiera existen. O lo entiendo todo mal.

Quizás las metáforas no sirven para explicar física. O no son las mismas metáforas. El maldito azul de tus ojos como un mar infinito. Ya sabes, cosas ridículas como esta idea del mar y los ojos. Para la física no sirve. Las metáforas son papel mojado. Hablamos de las curvas que hacen el tiempo y el espacio y que me permiten salir de esta carretera y estrellarme contra un universo paralelo.

No sé qué pensará el resto de la humanidad pero es importante saber que los agujeros negros existen, que hay un lugar que lo puede absorber todo. Ni la luz tendrá escapatoria. Nada. Enviar cualquier cosa hacia el agujero negro y que la densidad infinita juegue su papel. Desintegración. Como el astronauta del experimento que acabará convertido en espagueti si entra en el agujero negro antes de morir aplastado por su propio peso.

Un horizonte de sucesos .

domingo, 26 de enero de 2014

THE BLOODFLOWERS

VERSIÓ EN CATALÀ

Estábamos bastante convencidos de que el mundo no se acabaría, que no habría ningún colapso informático, que ninguna conjunción planetaria nos afectaría más allá de la belleza cósmica de imaginar los planetas alineados como criaturas de jardín de infancia que van de excursión. Nuestro sentido de la justicia nos obligaba a no creer en el fin del mundo. Teníamos 25 años. Era bonito tener 25 años. Era injusto morir a los 25 años aunque fuera una muerte comunitaria, aunque todos explotásemos en confeti apocalíptico, aunque después de la lluvia de fuego o el tsunami o lo que nos tocara en la lotería del cataclismo final no hubiera nadie para llorarnos, para recordarnos, para darle al play y que sonara nuestra banda sonora durante el funeral.

La parte buena del fin del mundo era ésta. No quedaría nadie después del año 2000, el reset definitivo. Un planeta de fantasmas. Espectros buscando la manera de volver a empezar. Burlarse del armagedón era divertido. Exagerar el hecho. Estábamos seguros de que el mundo continuaría más o menos intacto el día 1 de enero de 2001. Que la arbitrariedad del calendario gregoriano no alteraría nuestros planes. De ninguna manera terminaríamos así cuando apenas empezábamos.

Nuestros planes .

No creíamos en el fin del mundo. Pero decidimos vivir aquel verano de 2000 como si lo fuera. Los Bloodflowers estaban de gira por Europa y nosotros decidimos seguirlos. De concierto en concierto. Como si se acabara el mundo. En septiembre comenzaríamos a trabajar. Nuestro primer trabajo en una escuela. ¿No se trataba de eso? Terminar la carrera, encontrar trabajo, comprar un piso... Estas cosas pasaban en el 2000.

Mientras buscábamos hostales donde alojarnos en nuestra persecución de los Bloodflowers yo pensaba que el Apocalipsis sería una buena manera de explicar que en septiembre no me incorporaría al trabajo en la escuela. Que no me dedicaría a explicar qué era el Renacimiento a un grupo de adolescentes. Que me iba. ¿Sabes lo de Babilonia y los Cuatro Jinetes ? Sabes .... esa iconografía tan bonita ... las trompetas ... la prostituta ... La Nueva Jerusalén? Sí, eso . Que me voy. A Jerusalén . Cuando termine la gira de los Bloodflowers. He encontrado trabajo. En Jerusalén .

Pero ya lo explicaría en septiembre. No tenía sentido adelantar la fecha del fin del mundo. Todavía nos quedaba todo un verano para ser punkis.

domingo, 19 de enero de 2014

LA PRIMITIVA NOSTALGIA DEL PARAÍSO

VERSIÓ EN CATALÀ 

Trabajo sobre un texto de Mircea Eliade. Trato de ordenar las ideas que dan forma a la primitiva nostalgia del paraíso, la paradoja del espacio sagrado, accesible e inaccesible, las múltiples pruebas a que nos someten las divinidades antes de confirmar que sí, que estamos ante la piedra sagrada , el árbol sagrado, el río sagrado. 

Me dejo caer sobre la idea del círculo. La obsesión por el círculo me acom
paña desde que descubrí la Bagdad antigua y circular de la mano de Daniel. El Templo de Vesta en Roma. Las ruinas circulares de Borges. La perfecta circunferencia lunar. Como el estribillo de la canción que escuchamos de manera obsesiva. 

El círculo sagrado que nos protege del mal, que no deja entrar a los demonios. Se nos permite sufrir un ataque de medievalismo y superstición a estas horas? Seres malignos llaman a la puerta enloquecidos por el viento circular que provoca la canción que cantamos en bucle. Como un mantra. Como la perla protectora que el héroe esconde para poder salir del infierno con todas las pruebas superadas . 

Babilonia ya no será nuestro refugio nunca más, dices. Pero no me lo creo. Hace siglos que me lo dices. Pero hacemos las maletas, deshacemos las tinieblas. Cantamos canciones de músicos suicidas. 
Hay nuevos espacios sagrados que nos definen, a medio camino entre la devoción, la mística profana y la incredulidad. Nunca hemos dejado de descalzarnos para entrar en el templo circular que nos protege y nos exige a partes iguales . 

Cantamos desnudos y exorcizamos demonios.


sábado, 4 de enero de 2014

FORTUNATELY THE MILK

VERSIÓ EN CATALÀ


Fortunately the milk es, según su autor, el libro más alocado y ridículo que ha escrito nunca. 

No queda leche en la nevera, la madre está de viaje de trabajo, es hora del desayuno, los cereales sin leche no están buenos. Los niños están preocupados y el padre sale a comprar. Por el camino es secuestrado por unos alienígenas y rescatado por un dinosaurio que pilota un globo aerostático. También hay una máquina del tiempo, unos piratas, una tribu con un volcán y un dios que espera un sacrificio humano, unos vampiros, unas pirañas, unos ponis muy inteligentes, más dinosaurios que trabajan como policía intergaláctica, unos enanos bailarines. Y lo más importante de todo, un brick de leche que puede provocar la destrucción del universo si el padre no puede volver a casa a preparar el desayuno a sus hijos. 

Neil Gaiman vuelve a demostrar su habilidad natural para construir una historia capaz de entusiasmar a los más pequeños y de hacer pasar un buen rato a los adultos dispuestos a aceptar las convenciones del género. ¿Surrealismo, piratas y dinosaurios? ¿Cómo podría no gustarnos?

Un nuevo éxito de uno de nuestros autores favoritos que acaba de ganar el premio al mejor libro del año 2013 en el Reino Unido con la novela para adultos The ocean at the end of the lane publicada en español por Roca Editorial. 

Fortunately the milk está ilustrado en la versión americana por Skottie Young y en la británica por Chris Riddell . 

Y es divertido, ¡muy divertido!







miércoles, 1 de enero de 2014

VENECIA: TODO ESTÁ A PUNTO DE ESTALLAR

VERSIÓ EN CATALÀ 

Venecia no es una ciudad en este momento. Es una sensación. Una isla a la deriva donde cuesta mantener el equilibrio. ¿Alguien observa la ciudad realmente tras los objetivos de las cámaras? ¿Alguien recordará cómo era la belleza sin el filtro que buscamos a toda velocidad? La fugacidad de la luz, el instante falso. No nos ponemos de acuerdo sobre el color de mi vestido. Verde, azul... 
Como frambuesas de manera compulsiva  escondida en una de esas calles donde no llegan las góndolas. Balcones renacentistas llenos de flores, sábanas secándose al sol. Nadie mira. Nadie me ve. Me concentro en la llegada en tren a la estación de Santa Lucia. A menudo pienso que habría sido bonito conocerte llegando en tren a Venecia. Habríamos tenido banda sonora. Una de esas músicas que soy incapaz de reproducir y que suena siempre en mi cabeza cuando llego a Santa Lucia en tren. Venecia tiene la banda sonora imposible de nuestros encuentros.

Sé que sólo podría escapar de aquí en un autobús de color amarillo. Tus ojos transparentes observándome tras el cristal de aquella cafetería.  

Unos segundos antes de que todo estalle.

Porque es eso lo que va a pasar, ¿no?Todo está a punto de estallar. Venecia no es más una ciudad, es una sensación, una isla que se hundirá en el momento en que alguien se decida a apretar el botón rojo.