domingo, 16 de junio de 2013

TODAS LAS CANCIONES HABLAN DE LO MISMO

VERSIÓ EN CATALÀ

Y llega un momento en que te das cuenta de que todas las canciones hablan de lo mismo. Y es ridículo y esperanzador a la vez. Hay una especie de calma, de serenidad colectiva, de rabia furiosa y comprensible. Todo lo que sientes cuando entiendes que todas las canciones hablan siempre de lo mismo. Y no es amor. Y no es protesta. Y no es el drama del creador intentando expresarse. Y no es la banalidad de los cuerpos moviéndose al ritmo de un estribillo pegadizo.

No importa. Sólo sabes que deberíamos hacer algo para eliminar tanta falsa trascendencia. La belleza es el drama, la perfección de una palabra exacta, debía ser aquella, y no otra, aquella jodida palabra exacta que nunca habrías ido a buscar en el diccionario y es perfecta y es el drama y es la razón por la cual deberíamos hacer algo para explicarle a la gente que todas las canciones hablan siempre de lo mismo.

Callemos todos. Hagamos un poco de silencio. El drama real no tiene que ver con tu amante, ni con que nadie entienda tu desazón adolescente. ¿No te cansas de tantos filtros dorados distorsionando una realidad que a nadie le gusta? ¿Dónde miramos cuando hacemos fotografías de nuestra propia estupidez?

Cuando entiendes que todas las canciones hablan siempre de lo mismo te da igual si el artista es la persona que imaginaste que era o la banalización de un mito que nunca ha existido en realidad. Será sublime y será un miserable, será la cara amable que todos esperamos que sea o el idiota absoluto que intuyes entre sombras.

Nadie es quien dice ser, en realidad. Nadie es quien esperamos que sea. Pero cantamos, bailamos, escribimos, dibujamos como si nos fuera la vida. Porque seguramente mañana ya estaremos muertos.

martes, 4 de junio de 2013

VAMOS A SER ESTÚPIDOS Y CRUELES

VERSIÓ EN CATALÀ

No me hables del infierno. No soporto cuando te pones dramático. Vamos a ser estúpidos y crueles sólo por hoy. Será fácil. Me vestiré de rosa y nadie sospechará.

Dejamos detrás nuestro una lista de ciudades malditas. Suena The man who sold the world en la radio de este bar feo donde desayunamos y que sabemos ni siquiera Bowie nos podrá redimir. ¿Por qué  la gente sigue hablando como si nada? ¿Por qué no les cortamos la lengua a todos y la hacemos arder en el horno donde terminan todos los milagros? 

Nos miramos buscando el aire de los peces suicidas. Yo nunca perdí el control, Ian, destrucción mía, hayati, nuraini ... déjame llevarte la contraria por esta vez. Déjame decirte hayati aunque para ti y para tus ojos claros no tenga sentido. Desde que salí del desierto no le he vuelto a decir hayati a nadie. 

Hace días que dormimos poco y mal. Estamos tan cansados ​​y somos tan estúpidos que nos podríamos arrancar la cabeza el uno al otro y devorarla  anestesiados por la agonía macabra de esta ciudad que no me cansaré nunca de maldecir.

Vamos a ser estúpidos y crueles.