domingo, 28 de noviembre de 2010

A LA BÚSQUEDA DE LA AURORA PERFECTA

VERSIÓ EN CATALÀ


Esta semana nuestra Trini me ha puesto deberes en una de las clases de danza, mientras continuábamos practicando improvisaciones: "Júlia, deja de juzgarte. Deja de pensar si está bien o mal. No necesitas ser perfecta".

Estoy triste porque se va. Es la mejor profe de danza que he tenido nunca y se va a vivir en la otra punta del mundo. ¿Quién me enseñará ahora todo lo que necesito aprender? Nos queda hasta la primavera para disfrutar de ella y de sus clases. Después se va a Brasil. Me alegro mucho por ella pero me da mucha pena que se vaya.

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También esta semana me han enviado la publicación belga L'arbre á paroles donde han traducido unos poemas míos al francés. La selección de los poemas y la introducción de la publicación es de Josep M. Sala Valldaura. Ha quedado muy bonito y estoy muy contenta. Suenan muy bien los poemas en francés.


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Se acaba el año y yo no he conseguido encontrar pareja de tango potable. Por motivos diversos llegan a mis oídos las grabaciones de los años 30 de Dímelo al oído. Versiones de Mercedes Simone, de Tito Schipa, de Emilio Tuero ... Busco una versión que suene más Piazzolla pero me parece que no debe existir. Total, termina el año y sigo sin pareja de tango, ni potable ni sin potabilizar! Ya sé lo que quiero para Reyes.
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¡Qué frío hace .... Todo el mundo habla de una ola de frío polar pero a mí me parece que es el invierno, simplemente invierno, que llega como cada año. No sé si más o menos puntual pero sólo es el invierno. Dice Martí i Pol en un poema que el invierno no es triste: Es un poco melancólico, de una melancolía blanca y muy íntima. Pero yo, con permiso de los poetas que miran tras los cristales, diré que sí, que es triste, que se oscurece pronto, que nos falta sol y nos sobra frío. Que a pesar de todo sigo comiendo helado de vainilla cada día.

Que a pesar de todo iría a Laponia a ver la aurora boreal. Sin duda.

domingo, 21 de noviembre de 2010

PRINCIPIO DE INTERCAMBIO EQUIVALENTE

VERSIÓ EN CATALÀ



He soñado que recitábamos poemas circulares en una lengua desconocida y antigua, en medio de un círculo de flores y piedras, como invocando ves a saber qué. Como queriendo ver el futuro o como queriendo capturar el pasado. Tú recuerdas los sueños que yo sueño?

Me despierto pensando en ciudades de planta circular, Ctesifonte, Bagdad, la biblioteca de Nínive... Podría enseñarte las maravillas de Mesopotamia paseando por esta Europa civilizada llena de museos donde hemos ido a parar. Vamos?

Será que Borges y su tiempo circular continuan provocándome el vértigo necesario como para continuar buscando.

Será la exaltación de la amistad en las noches de sábado, comiendo la mejor pizza de Vilanova, hablando de Buenos Aires, de física cuántica, de las cosas que no haríamos nunca, de las cosas que podríamos llegar a hacer en determinadas circunstancias.

Será que nos perdemos en un paisaje de círculos concéntricos, que nos perdemos en las fronteras imposibles del infinito mientras un círculo de transmutación perfecto espera instrucciones.

Será que me provocan el mismo vértigo las ruinas circulares de Borges, el principio de incertidumbre de Heisenberg, la visión de la luna llena en medio del vacío, tus ojos, el principio de intercambio equivalente, los poemas de Al-Bayati (Eres el fuego de los bosques / el agua del río y el secreto del fuego / Una parte de ti es indescriptible /y la otra: sacerdotisa en el templo de Ishtar), los poemas que leemos en una lengua desconocida y antigua en mis sueños circulares y babilónicos.

domingo, 7 de noviembre de 2010

LA CUEVA DE LAS SERPIENTES

VERSIÓ EN CATALÀ

Los juegos de la memoria son extraños. Y ella recuerda cosas que nadie más parece recordar. Recuerda con porosidad onírica, sin tiempo, sin espacio. Por eso ha acabado desarrollando una antipatía protectora hacia el concepto tiempo, por puro instinto de supervivencia. Parece ser que recordar más allá del tiempo provoca desorientación, confusión de conceptos y un poco de dolor de cabeza.

Y así es como ella contempla en los ojos de él el reflejo de un fuego antiguo, la mezcla despiadada del presente y del pasado. Ella recuerda los pactos, el sabor de la sangre, las veces que él murió en sus brazos, las veces que ella murió en sus brazos, recuerda cada vez que se besaron por primera vez, recuerda el naufragio, recuerda la tortura antes que la traición, recuerda todas las sonrisas, todas las certezas, todos los paisajes que han hecho suyos, recuerda todas las veces que él ha dejado de recordar. Recuerda el pacto. El silencio. El olvido.

Recuerda la despedida a las puertas del templo. Huir o morir. El pacto. Nos volveremos a encontrar. Hathor nos protegerá. Él jugaba con su pelo y le hacía la última pregunta. Ella no podía contestar y le decía: Siempre cuidaré de ti, incluso cuando no quieras, incluso cuando no te acuerdes. Él le decía las palabras exactas, la clave para recordarlo todo. Ella sonreía como sonríen los guerreros antes de la última batalla, pensando en cómo podría superar el dolor si él no era capaz de saltar más allá del tiempo, de mirar a los ojos, de recordarla. Qué vas a hacer? dónde irás? Dónde nos volveremos a encontrar?

Ella cruzó las puertas del templo sabiendo que todo lo que ahora amaban se hundiría bajo la arena del desierto. Bailaría ante las divinidades, sería juzgada y condenada, entraría en el territorio de la desmemoria, le cortarían el pelo, le arrancarían el alma. La harían entrar en la cueva de las serpientes, a oscuras.

Bailaba ondulante, mirando más allá del infinito, del dolor.

Bailaba para salvarlo a través de ciudades que aún no existían.

Bailaba en silencio al ritmo de músicas que nadie entendía.

Bailaba y en algún lugar comenzaba una guerra.

Nadie supo nunca porque las serpientes no la quisieron tocar.

lunes, 1 de noviembre de 2010

LA RUTA DE LAS CIUDADES INVISIBLES

VERSIÓ EN CATALÀ



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Estos días estoy revisitando Las ciudades invisibles de Italo Calvino.

Kublai Kan y Marco Polo intercambian melancolías geográficas a través del imperio tártaro. El emperador quiere saber qué pasa en las ciudades que gobierna y no conoce. Marco Polo le explica cómo son estas ciudades invisibles, oníricas, como pequeños poemas en prosa. Ciudades suspendidas en el espacio, rodeadas de innumerables ríos, pavimentadas con metales preciosos, castillos, desiertos, animales enormes, comerciantes de sedas y especies, pozos de profundidades infinitas, deseos, recuerdos, símbolos...

Kublai Kan le pregunta a Marco Polo si viaja para revivir su pasado o para encontrar su futuro.

Marco Polo le contesta que el otro lado es un espejo en negativo. Quien viaja reconoce las pocas cosas que son suyas cuando es consciente de todo lo que no ha tenido nunca y de todo lo que no tendrá nunca.

-2-

Continuamos bailando.

Para poder subir primero tenemos que aprende a bajar. No podemos estar siempre arriba ni siempre abajo.

Para ganar profundidad en la coreografía tenemos que aprender a estar arriba y abajo de manera equilibrada.

No podemos estar siempre arriba ni siempre abajo

Si estamos arriba es porque primero hemos estado abajo. Generalmente para coger impulso.

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¿Cuántas ciudades invisibles tenemos dentro? ¿Cuántos paisajes invisibles? ¿Qué ruta elegiremos para comerciar con nuestras sedas y especies, de qué animales salvajes huiremos, cuántas fuentes nos ofrecerán agua?

Cuál es nuestra ciudad invisible?

Y si después de andar tanto nos damos cuenta de que nos volvemos a encontrar en el punto de partida?

Y si todo estuviera más cerca de lo que pensamos?

-4-

Marco Polo, descansa... ahora te explicaré yo una historia....